domingo, 11 de octubre de 2015

Los peligros de buscar empleo en Internet


Me he decidido por el tema que reza arriba en el título después de leer varios artículos  tratando temáticas similares. Así, de todos es sabido el gran campo que ofrece internet para el intercambio laboral, los oferentes "ofertan" y los demandantes "demandan" y ahí andan ambos los dos actores deseando que se crucen sus caminos.

Pues bien, no es oro todo lo que reluce. En la mayor parte de los casos "oro parece, plata no es ..." (ya me entienden los que aprecian la inmensa sabiduría del refranero español) y en medio de jugosas ofertas de empleo aparecen otras menos apetitosas e incluso auténticos pufos, dignos en algunos casos de la ilustre y afamada picaresca española del Siglo de Oro. Creo que no escribo nada que no se sepa. Aunque hay algunos casos que son dignos de un estudio aparte, la capacidad para sorprendernos es casi infinita.

Comencemos. He leído que un 25% de los fraudes que se producen en internet provienen de ofertas de empleo falsas. Not bad. Poco me parece, pero bueno. Y no lod digo yo, sino el Instituto Nacional de Tecnologías de la Comunicación (INTECO). En los últimos años han proliferado al amparo de una crisis que ¿todavía? tenemos encima y no se va ni con agua caliente, estafas y fraudes laborales de todo tipo, siempre con un denominador habitual: promesas de trabajos que se consiguen en tiempo récord o remuneraciones muy superiores al perfil solicitado. La realidad nos dice que se trata de anuncios a todas luces ficticios que únicamente buscan sacar tajada de la desesperación de los incautos desempleados.  

Son ofertas lógimanente diseñadas para resultar atractivas, ofrecen la posibilidad de obtener dinero, información financiera o información personal del candidado que a la postre será revendida a terceros, que hará con ella no se sabe qué. Pero creo que nada que nos agrade, eso seguro. 

En agosto de 2013 el INTECO advertía de la existencia de una campaña de spam que pululaba por la red y que incluía falsas ofertas de trabajo que intentaban captar la atención del usuario con frases tan tentadoras con "salario fijo más porcentaje" o "formación inicial gratuita". Vamos, lo que todo desempleado desea escuchar o por lo menos lo que le gustaría que le ofrecieran a la hora de buscar empleo. Se juntan por tanto "el hambre con las ganas de comer".  

Algunas ofertas buscan recaudar dinero con anuncios que publicitan empleos con una alta remuneración y condiciones laborales inmejorables en empresas reales, lo que sucede es que los estafadores están detrás, haciéndose pasar por competentes responsables de Recursos Humanos. Después de la selección se le requiere al candidato elegido el pago de una tarifa para cubrir (atención, que aquí viene lo bueno) costes como trámites administrativos o certificados médicos. Esto nunca se requerirá en una selección de personal al uso y ninguna empresa serie pedirá a quienes pretenden formar parte de su plantilla. Tras haber sido seleccionado, al candidato le requieren el pago de una tarifa por adelantado para cubrir costes como trámites administrativos o certificados médicos. Un requerimiento que jamás se demanda en un proceso de selección habitual y que ninguna empresa seria solicita a sus futuros empleados, advierten desde la consultora. Pero como ahí están, no nos queda otra cosa que estar alerta, ojo avizor, e intentar detectar las falsas ofertas de empleo, al igual que con la falsa moneda. Hay que estar fino, pero que muy fino.

Si las ofertas provienen de fuentes, medios o empresas fiables podemos tener una cierta seguridad. Si el primer contacto se ha realizado a través de la red, si hay una entrevista personal en la que nos ven la cara y nosotros se la vemos a ellos, mejor que mejor.


¿Cuáles son las ofertas falsas más habituales que circulan por la red? Pues anuncios que requieren llamar a un determinado teléfono de tarificación adicional, nos mantendrán a la espera un largo rato. O los que requieren el envío de varios SMS como forma de contacto y que nunca serán respondidos por nadie.  

Otra variante son los cursos estafa que piden desembolsar una cantidad de dinero (en ocasiones miles de euros) a los aspirantes al puesto, lo que les dará la posibilidad de participar en un curso de formación que posteriormente les acercará a un empleo. Y aunque similar, porque hay que hacer una compra, se diferencia bastante de éste último la venta piramidal, a través de la cual revenderemos productos que previamente hemos comprado. 

Las ofertas de trabajo en el sector de la construcción en el extranjero también abundan, es común que se pida un adelanto para hacer frente a los gastos de gestión y la verdad es que los salarios que se anuncian son muy tentadores pero falsos.  

Y por último, hemos de mencionar el scam, modalidad de estafa que utiliza el correo electrónico para ofertar empleos que consisten en teletrabajar desde casa realizando operaciones de índole bancaria. Lo que sucede aquí es que se blanquea dinero (sí lo que leen). Se pide abrir una cuenta para recibir transferencias que posteriormente se reenviarán al extranjero, el desconocimiento del estafado le lleva a ser partícipe en una operación de blanqueo de dinero obtenido gracias a estafas bancarias, entre otras procedencias potencialmente sospechosas.

 En fin, debemos tener mucho cuidado donde hacemos click, qué leemos y a dónde llamamos. Nos puede pasar a cualquiera pero de nosotros depende que falsas ofertas de empleo nos hagan daño, económico y emocionalmente. Aunque la tentación es grande es mejor tener la cabeza fría y pensar las cosas. Bueno, por si acaso, mejor repensar.

PS: agradezco la posibilidad que me han brindado los autores del blog Viaje Profesional invitándome a escribir esta entrada. Colegas y a la vez compañeros de curso. Saludos para todos.

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